Todos
sabemos que fumar es malo para nuestra salud, pero pocas personas se dan cuenta
de que el tabaco también es un enemigo de la piel siendo una importante causa de su envejecimiento prematuro. Echemos
un vistazo a los daños estéticos que puede causar el consumo de tabaco.
Recientemente,
estudios bioquímicos han demostrado que el tabaco es una causa de
envejecimiento de la piel, especialmente en las mujeres, y que sus efectos
son proporcionales a la cantidad de tabaco que se fuma.
Los
signos principales de este envejecimiento prematuro son las arrugas y los
cambios en la elasticidad de la dermis. Pero hagamos un poco de historia.
En
1971, un estudio que se realizó en base a 1.104 participantes, demostró que las
arrugas en la parte exterior del párpado (patas de gallo) eran más profundas y amplias en los fumadores/as que en los no fumadores y que los fumadores
empedernidos (personas que fuman más de 10 cigarrillos al día o que habían fumado durante más de 15 años) tenían las arrugas más pronunciadas.
En
1985, se llega a definir el modelo de rostro del fumador. ¿Qué
aspecto tiene un fumador?: líneas profundas en las mejillas, líneas finas o
arrugas que salen de las comisuras labios y de los ángulos de cada ojo, cara huesuda con pómulos salientes, aspecto demacrado y piel arrugada y
con tendencia a los tonos grisáceos... son algunas de las características de las personas que fuman mucho y regularmente.
Más
recientemente, en 1995, el reconocido Estudio de Ernster mostró que entre 1136
fumadores analizados, había un riesgo notablemente superior de desarrollar arrugas de moderadas a
severas entre mujeres más que en hombres que fuman y siempre en
comparación con los no fumadores.
En
2003, un nuevo estudio llevado a cabo en Corea con 407 participantes, también demostró
una clara relación entre la cantidad de arrugas que una persona tiene en
función de su consumo de tabaco.
Por
tanto, todos los estudios confirman que fumar conduce al envejecimiento de la
piel. Más aún, los grandes fumadores (personas que fuman más de 50
paquetes al año) son 4,7 veces más propensos a tener arrugas que los no
fumadores.
Además,
fumar y tomar el sol tiende a ejercer un efecto combinado sobre el
envejecimiento de la piel, que se torna especialmente agresivo para las mujeres.
Otro
factor que influye en el envejecimiento de la piel es el
estrógeno. Específicamente, el estrógeno ralentiza el envejecimiento de la
piel y parcialmente determina el nivel de colágeno de la dermis. La
disminución natural de estrógenos que se produce con el tiempo contribuye ya de por sí al
envejecimiento de la piel; sin embargo, la nicotina provoca una reducción
prematura en los niveles de estrógeno que pueden hacer que la piel envejezca
más rápido.
¿Pero
cómo se produce el envejecimiento de la piel a causa del tabaco?
Muchos
factores están involucrados en la aparición de líneas de expresión y
envejecimiento de la piel. El humo del tabaco cuando se combina con los
rayos UVA y UVB puede tener un efecto fototóxico. Pero es que además, fumar disminuye
la cantidad de agua en la capa más externa de la piel, lo que podría explicar
por qué los fumadores experimenten una notoria sequedad cutánea.
Las
fibras del tejido conjuntivo también se ven afectadas por el tabaquismo, lo que
conduce a una reducción en la producción de colágeno. Además, los componentes
tóxicos que contiene el tabaco desgastan las estructuras fundamentales de la
dermis, entre otras, destruyendo las fibras elásticas que dan a la piel su
flexibilidad.
Además,
el humo del cigarrillo es una de las mayores fuentes externas de radicales
libres. Estos son responsables de la que se reduzca la provisión de suficiente oxígeno, lo que provoca alteraciones en las fibras de
colágeno y en la elastina.
Por otro lado, la
inhalación de humo de cigarrillo constriñe los vasos sanguíneos, lo que reduce
el nivel de oxígeno y nutrientes esenciales en los tejidos de la piel favoreciendo
la aparición de las arrugas.
Pero
esto no es todo. Otras formas de daño estético reconocidas vinculadas al
consumo de tabaco son:
- cicatrización más lenta a causa de un suministro de sangre a la piel más lento. Esto reduce la cantidad de oxígeno y nutrientes que llegan a una herida, prolongando el tiempo que necesitaría para la sanación.
- La disminución en la producción de colágeno es otra razón para la lenta regeneración del tejido.
- aumenta los riesgos de infecciones post-operatorias. Operaciones de cáncer de mama en las mujeres fumadoras han demostrado que el tejido cicatricial puede infectarse, producirse incluso necrosis, y cuando menos, la debilitación de la piel (epidermólisis). Debido a los problemas relacionados con la formación de tejido cicatricial, algunos cirujanos plásticos piden a sus pacientes a dejar de fumar antes de someterse a una intervención quirúrgica.
- Acné, coloración amarillenta de la piel, los dedos, las uñas y también los dientes, existe una importante relación entre la psoriasis y el tabaquismo, especialmente en las mujeres. El tabaco afecta incluso al cabello: los fumadores pueden experimentar antes la caída del cabello o la aparición de canas que en los no fumadores.
Pero
debéis saber, que cuando una persona deja de fumar, su piel puede recuperar
rápidamente bastante de su elasticidad y dejar atrás ese color grisáceo del que
hablábamos. ¿No crees que es hora de actuar para salvar tu piel?
En Trinidad Grau Belleza y Salud podemos ayudarte... tenemos un tratamiento para cada tipo de piel y desde luego, no pasamos por alto las consecuencias del tabaco sobre la piel de todo fumador y fumadora.
Si quieres más información llámanos al 93 894 46 30 o pásate por nuestro Centro en Carrer Sant Bartomeu 46-48, 1º3ª - Sitges- .
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